Milagro



Té con semilla de mostaza

Una mujer, desesperada por la muerte de su padre, fue en busca de Buda. Pedía que la curase el dolor que tal pérdida le provocaba.

– La cura es sencilla – dijo Buda –. Té con semilla de mostaza.
Más tranquila, la mujer se preparaba para ir al mercado a comprar las semillas, cuando Buda advirtió:

– Pero las semillas tienen que ser encontradas en el jardín de una casa donde sus habitantes nunca hayan perdido a alguien a quien amaban.

Dos años después, la mujer volvió.
– Entonces, ¿encontraste las semillas de mostaza? – preguntó Buda –.
– Estaba encerrada en mi dolor, y no entendía que la muerte es parte de la vida – dijo ella –. Pero descubrí que el tal jardín no existe: todo el mundo ya perdió una persona querida. Y todos sobrevivieron al sufrimiento.
“Mi corazón está en paz. Sé que puedo convivir con el dolor y salir adelante”.

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